El problema es tan serio que actualmente existen más de 5.200 satélites en órbita que ya se les ha acabado su vida útil, es decir son basura... algunos de ellos tardaran cientos de años en re-ingresar a la Tierra.
Pero aparte de los satélites que ya no se utilizan, existen pequeños trozos de ellos, producto de choques entre satélites, piezas que se han soltado por impactos de meteoritos, etc... y ahí si que existe el gran problema.
Un continuo rastreo de ESOC y de la Red de Vigilancia Espacial del Comando Espacial de la Fuerza Aérea Norteamericana estima la existencia de hasta 150 millones de objetos considerados como basura espacial en todas las altitudes de órbita.
Gráfica con el número de objetos entre 5 cm y 10 cm.
Gráfica de diferentes tipos de objetos en órbita
Es un problema serio, y es por eso que tanto la NASA como la ONU han realizado respectivos manuales de buenas prácticas en el lanzamiento de nuevos objetos a la órbita, que se puede resumir en dos prácticas:
Pasivación: Cuando se habla de pasivar vehículos espaciales, es la acción de liberar el combustible excedente que podría quedar en sus tanques y así evitar cualquier tipo de explosión inesperada.
Con esta medida se evitan posibles explosiones en órbita que generarían más basura espacial (una explosión en órbita, no es como aquí en la Tierra, ya que en el espacio no hay oxigeno).
Existe un documento de la NASA llamado “Historia de Fragmentaciones Satelitales en Orbita” de la Oficina del Programa de Basura Espacial de NASA, que detalla diferentes explosiones ocurridas en órbita.
Disposición Post-Misión: disponer del satélite una vez que haya dejado de ser operacional. Es decir, dejar suficiente propelente en los satélites lanzados para que una vez haya llegado el fin de su vida útil, vayan a una órbita de re-ingreso a la Tierra o bien en el caso de los satélites geoestacionarios a una órbita cementerio.
Aparte de estas dos medidas, también la NASA y en especial la agencia DARPA está estudiando diferentes medidas activas para eliminar basura espacial, se han contemplado diferentes tecnologías y metodologías, desde pequeños satélites que den empuje a satélites fuera de su vida útil a órbitas cementerio o de re-ingreso, hasta rayos láser para eliminar pequeños fragmentos.
La basura espacial es un problema serio que debe la humanidad enfrentarse a él, porque sino entraremos en el síndrome de Kessler, un momento en el que no se pueda lanzar nada en órbita ya que en un porcentaje muy alto de posibilidades pueda tener un impacto con basura espacial.
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