Un equipo de astrónomos europeos, empleando el Very Large Telescope de ESO en el norte de Chile, ha medido la distancia a la galaxia más remota que se conoce. A través de un cuidadoso análisis del débil brillo de la galaxia, descubrieron que la luz observada fue emitida cuando el Universo tenía sólo 600 millones de años de edad (conocido como corrimiento al rojo de 8,6). Estas son las primeras observaciones confirmadas de una galaxia cuya luz está despejando la opaca niebla de hidrógeno que llenaba el cosmos en esa época primitiva. Los resultados aparecen en la edición del 21 de Octubre de la revista Nature.
Esta débil luz se sitúa principalmente en la parte infrarroja del espectro porque su longitud de onda se ha estirado producto de la expansión del Universo, un efecto conocido como corrimiento al rojo. Para hacer las cosas aún más difíciles, en esta temprana época -menos de mil millones de años después del Big Bang- el Universo no era completamente trasparente y gran parte de él estaba lleno de una niebla de hidrógeno que absorbía la intensa luz ultravioleta proveniente de las galaxias jóvenes. El período durante el cual la niebla aún estaba siendo despejada por esta luz ultravioleta es conocido como la era de reionización
Matt Lehnert continúa la historia: “Después del anuncio del Hubble sobre las galaxias candidatas hicimos un rápido cálculo y estábamos entusiasmados al darnos cuenta que el inmenso poder de recolección de luz del VLT, combinado con la sensibilidad del instrumento espectroscópico SINFONI, además de un muy largo tiempo de exposición, podrían permitirnos detectar el brillo extremadamente débil de una de estas galaxias remotas y medir su distancia”.
La co-autora Nicole Nesvadba (Instituto de Astrofísica Espacial) resume este trabajo: “Medir el corrimiento al rojo de la galaxia más distante encontrada hasta el momento es muy apasionante en sí, pero las implicancias astrofísicas de esta detección son aún más importantes. Esta es la primera vez que sabemos con seguridad que estamos mirando una de las galaxias que despejó la niebla que llenaba al Universo temprano”.
El co-autor Jean-Gabriel Cuby (Laboratorio de Astrofísica de Marsella) comenta: “Estudiar la era de reionización y formación de galaxias es empujar al límite la capacidad de los telescopios e instrumentos actuales, pero éste es justamente el tipo de ciencia que será rutina cuando el European Extremely Large Telescope de ESO – que será el telescopio óptico e infrarrojo cercano más grande del mundo- esté operativo”.
La nueva galaxia ha sido denominada UDFy-38135539 y se encuentra a 13.100.000.000 de años luz.
También indican que este descubrimiento es una sorpresa, ya que indican que por si sola esta galaxia no habría conseguido despejar la nube de hidrogeno por si sola con su luz, eso indica que tiene que haber más galaxias a su lado aún por descubrir.
Fuente: ESO
Compartir
No hay comentarios:
Publicar un comentario